Capilares abiertos como ostras
Enrojecen el rostro mortecino
los ojos
rojos
la lengua y los meniscos
Poros pozos de plenitud infinita
mugre que obstruye todo paso
adentro
todo paso
afuera
Vidrios nublados que destruyen el mundo
Con imagenes nuevas, ariscas, terribles,
deformes e irreconciliables.
Corazón, ¿será que hoy es un buen día
para casarnos?
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