martes, 24 de agosto de 2010

lunes, 7 de septiembre de 2009

El manto rojizo

La quebrada sigue creciendo. Sus patas apenas si pueden sostener su cuerpo. A pesar de que carga más de 100 veces su peso, el suelo que pisa está muy resbaladizo. Afortunadamente algunos vellos, negros troncos, le sirven de apoyo.
Se sujeta con dos patas a uno, con otras dos al otro y con las traseras trata de mantenerse firme en la superficie. Sus compañeros del sistema Arac I, también están resistiendo los embates de los fluidos. Es una mezcla extraña, molesta, cambiante e intoxicante de fluidos diversos, que no cesan de atacar. Llueve por doquier. Hay pausas cortas, luego de las cuales se modifica el tipo de líquido… Es extraño, muy extraño. En todos los pulsos que habían habitado este espacio no habían experimentado nada igual.
Las comunicaciones internas al sistema están cada vez más confusas y están a punto de perder su unidad como colonia. La llama de la vida se debilita en ellos, saben que solos no sobrevivirán, son un organismo, una entidad viva cuando están juntos. Si se aíslan, en pocos pulsos sobrevendrá el desenlace fatal. A fin de cuentas los sistemas Arac forman siempre un nido donde se asientan. Es lo que los hace llamarse arácnidos.
Los líquidos han cesado, la quebrada ha amainado… Una sombra se cierne sobre los restos de la colonia, un manto rojizo-rosado con tentáculos seca el suelo. A su paso se lleva a muchos de sus compañeros. El lucha con todas sus fuerzas para no ser abducido, pero es tan pequeño…

Camila observa su herida. Está seca, ya no hay sangre, se ve limpia y descontaminada. Menos mal que había desinfectante en el botiquín —piensa.

Caracas, 3 de septiembre de 2009

Luisa Stromberger Chan decide tener un hijo

Luisa Stromberger Chan, estaba decidida a tener un hijo.
Cuando tuvo aquel desperfecto en la memoria de nivel 5, acudió al palacio de chakras para una corrección. Fue allí que vio ese holograto decorativo tomado de los akashicos previos. Aquella visión del habitáculo pequeño dentro de uno grande, no la abandonaría desde entonces.
Se había instanciado en su habitáculo --cuerpo humano-- hacía 500 soles positivos y cerca de 309 soles negativos. Como todos, siempre había tenido la misma edad. El desarrollo del timo había inhibido la fertilidad, a cambio de un sistema inmune adaptable y muy resistente y de la anulación del envejecimiento. Nuestras almas habían simplificado el proceso de la vida, instanciándose en habitáculos maduros, creados a la medida de los roles que tendríamos en este plano.
Desde sus primeros soles, Luisa había abierto la puerta hacia las costumbres de la vieja era. Su fascinación por los vínculos consanguíneos crecía, a medida que estudiaba las limitaciones y desafíos de los pre-humanos en los ambientes arcanos. Tal era su interés, que había tratado de establecer relaciones filiales con su vecino de la bóveda anexa.
Intentaba comportarse como su hija, esperando despertarle ese absurdo comportamiento paternal que había visto en los textos muertos. No se dio cuenta que él manejaba un habitáculo de rendimiento Alfa 35, equivalente, en la vieja era, a una chica de 15 años con tendencias artísticas. En cambio el de ella poseía un rendimiento Phi 23, que correspondía aproximadamente con el perfil del sabio Zerpa --oriundo de la falla de Karakas, siglo XX-XXI de la vieja era--, pero sin sus defectos de vista.
Requiere mucho estudio, paciencia e imaginación, entender a las personas de la vieja era. Un Alfa 35, al parecer, estaba confinado a vivir bajo las reglas de un Beta 18 (equivalente a alguien de 40 años, con coeficiente intelectual promedio, diseñado para apoyar en tareas de rayo naranja: el sustento energético vital). ¿Cómo fue posible ese desatino alguna vez?
Lo mismo ocurre con los innumerables requisitos para las conexiones y la permisología del contacto físico, la exploración de otros habitáculos y las colaboraciones altas y bajas. El tema de la desactivación habitacular --le llamaban muerte-- era uno de los grandes tabúes. Se empleaba como solución cuando no era necesaria y no se empleaba cuando era apropiada.
Luisa, con su configuración de sabio, no podía dejar de buscar, urgar, investigar, interpretar y probar, siempre que fuera posible, toda clase de teorías.
Cuando vio aquel holograto, todo se hizo de repente muy personal. Comenzó a requerir su origen a personas, ingentus, archiques y toda suerte de inforsaberes. En todos los casos obtenía la misma respuesta: Sólo se trataba de una obra de arte, alguna clase de inspiración en las mentes antiguas, que se había rescatado para adornar, por su rareza, el ala de chakra 6, donde Luisa se encontraba.
La figura representaba un habitáculo en gestación dentro de otro. Cosa que Luisa descubrió, meses después, revisando su propia cámara de ADN pre-humano, aún a sabiendas de que ese procedimiento le podía costar desperfectos irreparables.
Desde hacía mucho tiempo no se practicaba ese ritual ancestral y salvaje. El tortuoso nacimiento; ese permanecer en estado de inconsciencia profundo durante años y ser bombardeado con cliptoimágenes de toda clase por todos los habitáculos filiales, adyacentes y mediánicos, estaba tan superado que ni siquiera los inforsaberes daban cuenta de ello. Un holocausto así ya no merecía ser recordado.
Y aquí estaba Luisa, con su anhelo permanente de lograr lo imposible, con esa ansia de no haber experimentado todo, propia del sabio Zerpa, en su búsqueda constante de razones y saberes. Pero había más, Luisa estaba anclando virus tetraédricos en capa 3, eso que antiguamente llamaban emociones. Le era muy molesto lidiar con ellos, pues al manifestarse estropeaban todo el mecanismo central de control del habitáculo. Tampoco había forma rápida de combatirlos ya que esa clase de agentes se consideraban erradicados.
Es así que Luisa, movida por los virus internos que la poseen, se adentra a explorar su cámara de ADN en modo suceso. Decide sentir la experiencia arcana de la gestación y descifrar sus misterios de una buena vez. La cuenta regresiva de activación se escucha en voz de aeromosa Theta, Beta, Alfa, OM...
---------------
Es el año 2008. En Caracas, Ali dormía un sueño profundo después del curso de Reiki III con Dunas el día anterior. Los gritos exaltados de su casero en el corredor, la despiertan irremediablemente: ¡Estoy embarazado! ¡Lo logré, estoy embarazado, voy a ser madre y soy feliz!
Ali ya no le hace caso. El Sr. Zerpa con sus cosas de siempre --piensa-- y trata de conciliar el sueño nuevamente.

Caracas, 1 de Septiembre de 2009

Nuevas Tecnologías

El antiguo método de seducir con el botón semi-abierto de una rosa, está en desuso.
Las nuevas tecnologías traen nuevos modos de vidas, costumbres nuevas y maneras inesperadas para procesar las viejas situaciones de siempre.
En esta modernidad en constante evolución, el iPod se ha convertido en un arma de conquista. Comparto contigo mi canción favorita y, si me dices que te gusta, te la dedico día por medio. Al poco tiempo nos acostumbramos a escucharla juntos, a estar juntos, cada uno por un audífono de mi biauricular. Mi canción favorita se convierte en nuestra canción favorita y lo demás es historia.
La comida chatarra se ha comprobado que es altamente adictiva. Invitar sistemáticamente a una chica a esa clase de degluciones, puede crear un vínculo difícil de romper. Ni siquiera tienes que pagar su alimento… Ella cubre tus gastos o comparten uno para dos o invitan a un tercero para que pague todo. Lo importante es que no se rompa el vínculo, la cadena, el hábito que los mantiene unidos, atrapados, vinculados, ¿enamorados?
A propósito, estar pelando puede ser muy conmovedor. Para algunas chicas es sencillamente irresistible un chico muy delgado, con el cabello desordenado y la ropa muy sucia y raída. Por motivos que desconozco los ven como artistas o intelectuales… Si fuman porros, mucho mejor.
Pero la gran revelación moderna para atrapar corazones es la metrosexualidad. ¡Todo un hallazgo! Las chicas y los chicos llevan la intimidad a un nuevo nivel, ya que pueden compartir más que fluidos corporales, canciones y comida chatarra. Ahora también comparten cremas, franelas, afeitadoras, depiladoras, pinzas, brillo de uñas, peluquero y manicurista.
Entre tanta variedad de opciones en pleno apogeo, creo que cada vez más prefiero utilizar el antiguo método de seducir, con el botón semi-abierto de una rosa roja. Está tan olvidado, que casi podría parecer original.

Caracas, 29 de Agosto de 2009

jueves, 27 de agosto de 2009

El valor de la pimienta

Entre cabezas dobladas rotas, pensantes hileras de cabezas lavadas, calvas sucias cabezas; recorro nociones aritméticas, geométricas, patéticas y frígidas. Nociones indígenas y mediáticas que avergüenzan la mística de la mágica.
Son muchas, las nociones repetidas, vividas, aburridas, representadas, noveladas y creídas. Muchas las cabezas cortadas, sacrificadas, vendidas, consumidas, con las mismas nociones de la vida perdida.
A ratos encuentro resquicios, me escabullo, husmeo en busca de algo de oxigenante novedad. Paseo -esto sí es un paseo- por la misma cima de las barreras, las medidas, los límites, las fronteras y más allá; donde perdemos el azul, el color, el lugar, el estar. Vuelo, me recuerdo y siempre me olvido. Todo nuevo y frágil y robusto y de siempre y certeza de vida, antes-durante-y-después de la muerte… Uhf! mucho calor de eternidad.
Pero no dura, me gusta y no dura… toda mi historia, mis historias, futuras y pasadas todas, juntas en un solo instante de esta existencia prolongada, a fuerza de tiempo, maldito y sublime tiempo. Casi pude comprender todo en un instante. Pero siempre regresa la pesada sensación de estoy-contigo-o-sin-ti de dame-para-darte, de-hoy-por-mí-y-mañana-por-si-acaso, de no-matarás-salvo-en-mi- nombre. Toda esa actitud medio real, medio débil, medio cuerda, mediotizada, mediocre, me acongoja…
Miro la cabezas disímiles, espásticas, subútiles; en hileras cargadas de las mismas, idénticas periféricas, insustanciales, anagráficas, bobálicas nociones… sabiendo que no valen la frescura y el misterio, de un solo grano de pimienta recién molida.

sábado, 2 de mayo de 2009

Mirando al continente


Mirando al continente, por Dunas
Acrílico sobre lienzo, 60 x 50 cms

viernes, 10 de abril de 2009

El manejo de las emociones y la crisis en las organizaciones

El cambio es la única constante en nuestras vidas. Es fácil entenderlo si sabemos que nuestro cuerpo cambia cíclicamente sus tejidos o que la luz a la que nos exponemos y el aire que respiramos, es siempre nuevo. Claro que la mayoría de los cambios ocurren de manera acumulativa, lo que hace que apenas se noten y que podamos acostumbrarnos gradualmente a ellos.

Pero, ¿qué ocurre cuando aparece un cambio repentino y de proporciones notorias, ante el cual no puedes quedar indiferente? Esa clase de evento es lo que comúnmente denominamos crisis. La crisis es una situación que pone en duda la continuación, modificación o cese, de un asunto o proceso cualquiera. Un diagnóstico de enfermedad, la caída de la bolsa de valores, la recesión económica, un accidente de autos, la renuncia inesperada de un ejecutivo clave, son todos casos de crisis en diferentes niveles de la vida.

Las empresas, al estar comprometidas con resultados concretos en tiempos limitados, son muy sensibles a toda clase de crisis que se opere en el entorno. La inestabilidad a nivel social, económico, climático, político, legal o de otro tipo; pueden impactar las empresas en su liquidez, capacidad de negociación, productividad.

Sin embargo, las empresas son, ante todo, organizaciones humanas. Son las personas en la organización las que reciben directamente el impacto de toda clase de crisis global, lo que se suma a las propias crisis personales que afrontan en el cotidiano vivir. Son esas mismas personas las que tienen el potencial de articular soluciones para pasar la crisis satisfactoriamente, pero también pueden ser esas personas las que se conviertan en un freno para salir airosos en épocas de conflicto.

La manera en que se manifiesta la crisis en las personas es, fundamentalmente, a través de sus emociones. La frustración, el desánimo, la inconformidad, el orgullo, el miedo y la rabia, son algunas de las emociones que afloran como resultado de las crisis. Estas emociones débiles confunden, magnifican los problemas y retrasan las soluciones. Al conspirar contra la persona, contaminan también su entorno de trabajo enfermando la organización desde adentro.

Otra clase de emociones como la voluntad, la aceptación, la razón, la intuición, la alegría y la paz, traen inmensos beneficios para la organización. El personal se torna proactivo, creativo, orientado a las soluciones en lugar de a los problemas. Estas emociones de poder estimulan el trabajo en equipo y el placer de hacer un buen trabajo.

El manejo de las emociones y la crisis en las organizaciones, identifica las emociones débiles que dominan los grupos de trabajo y sus integrantes, y propone cómo superarlas para lograr un clima emocional de poder personal y de equipo. Se hace especial énfasis en el fortalecimiento de la interrelación en los equipos de trabajo, la lealtad empresarial y el manejo de las crisis.

El manejo de las emociones y la crisis en las organizaciones, es un espacio vivencial, dinámico y participativo, para sanar emocionalmente la organización de cara a enfrentar las crisis, en un clima de soluciones y logro.

Dunas