martes, 13 de noviembre de 2007

Momento creativo

Si la paciencia fuera una escuela de milagros,
tendríamos cometas amplificando ciudades,
despertando mariscos entusiastas
en veredas hostiles de peñascos intrincados.

Si la escuela fuera de paciencia,
las luminarias cantarían esperanzadas
de miedo al fracaso y a la confianza
de tener hijos completando sollozos
en la estancia
esperando a que amanezca

(julian camina sobre trazos de luz,
saltando espacios siniestros
de bergamotas carnívoras y duendes afeminados)

Si hubiera milagros que inventar,
estaríamos tu, yo, nosotros juntos más allá
del tiempo dentro del tiempo,
celebrando antenoches y desvelos pasados,
siempre pasados.

Abriendo caminos hacia portales infinitos,
pero siempre en ahora,
siempre el ahora,
sería nuestro rito.

4 comentarios:

Mimi dijo...

hacer camino,maestro,es lo suyo, un abrazo con mucha gratitud y cariño.
Mimi

Dunas dijo...

Gracias Mimi, es lo que hace el caminante, como dijera Machado y divulgara Serrat: se hace camino al andar...
Un abrazo

darYrecibir dijo...

Cuán cierto.

Tanto como que sólo la paciencia infinita produce resultados inmediatos!

Dunas dijo...

Uhmmm, me encanta la finura de tu reflexión, poética por demás.
Ese enlace que tiendes entre el ahora y la eterna presencia de todo lo que es, me encanta!
Gracias